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Excelencia científica y alto impacto social entre México y Suiza

Pietro Piffaretti, embajador de Suiza en México.

El AIT se dedica a entrenar a emprendedores con innovaciones que estén formados en el ámbito técnico - científico para consolidar sus ideas con una formación en marketing, acceso a financiamiento y un acompañamiento en la introducción al mercado mexicano, pero uno de los criterios más importantes es la contribución de estas ideas al medio ambiente y a la sociedad.

La Embajada de Suiza en México organizó el lanzamiento de la segunda edición del Academia-Industry Training (AIT) México en la Residencia del Embajador de Suiza en México, con la participación de 11 startups suizas y seis startups mexicanas, y la asistencia de representantes del sector privado, público y académico.

“Nosotros como empresa que participa en el programa tenemos un sistema completo para personas con obesidad y diabetes tipo 2, que sabemos que en México es un grandísimo problema que afecta a 14 millones de personas y representa un costo de 20 billones para la economía mexicana, nosotros estamos haciendo esta innovación para ayudar a las personas con este padecimiento, por un lado nuestra aplicación para dar coaching y recopilando los datos de los usuarios para digitalizarlos, además de hacer más asequible los precios, tanto como el sector público, porque conocemos las estadísticas del mercado mexicano y queremos hacer un impacto real en conjunto del cuidado a las personas con lo mejor de la tecnología, sin que el precio sea un impedimento. Sobre la responsabilidad de la empresa, somos una ‘B corporation’ en todos los países en los que operamos, por lo que si queremos hacer un impacto lo tenemos que hacer hacia la sociedad y para los miembros dentro de la empresa también”, destacó María Hahn, quien es emprendedora de Nutrix, una startup de salud digital con sede en Suiza que desarrolló gSense una innovadora plataforma SaaS que proporciona asistencia, control y seguimiento a distancia de pacientes con enfermedades crónicas, mediante el desarrollo y uso de dispositivos de alta tecnología que aprovechan la inteligencia artificial para proporcionar bienestar a los pacientes y mejorar su calidad de vida.

“Los criterios que se aplicaron para elegir a estas empresas son la solidez a nivel de la investigación científica detrás de los productos, servicios que se están promocionando, varios tienen un respaldo de publicaciones científicas, el segundo criterio es precisamente el impacto que puede tener en nuestras sociedades y no de manera discriminatoria, que no haya un nivel, que para disfrutar de estos proyectos no sea necesario pertenecer a un nivel medio alto. Muchos de los proyecto impulsados, son proyectos de economía circular, de una economía verde y esos componentes son parte de la ESG de la gobernanza ambiental y social, y quiere decir que hay que cuidar al ambiente debido a que hay una economía basada en la producción de muchos desechos, y eso desarrollando actividades de reciclaje, como hizo un joven que está desarrollando una pilas que recuperan desechos de la producción del tequila que me parece a la medida de México, que produce tequila un producto de gran exportación y que al mismo tiempo genera baterías reutilizar los desechos, otra compañía por ejemplo permite recuperar la combustión de neumáticos viejos”, enumeró Pietro Piffaretti, embajador de Suiza en México.

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El Economista